El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es nuevamente protagonista de una polémica tras publicar un video en su cuenta de X (antes Twitter) donde muestra a varios migrantes, entre ellos venezolanos, siendo apresados, empujados y trasladados a la cárcel de máxima seguridad CECOT.
En el audiovisual, Bukele asegura que los detenidos son «delincuentes extremadamente peligrosos», vinculados supuestamente al Tren de Aragua y la MS-13.
El mandatario salvadoreño asegura que los 17 secuestrados son «asesinos confirmados y violadores», acusaciones que no han sido verificadas ni judicializadas en El Salvador.
Las imágenes muestran a los detenidos siendo despojados de su cabello, sometidos a tratos brutales y encerrados en celdas de máxima seguridad.
Estos venezolanos se suman al grupo de 238 que ya se encuentran como rehenes en la cárcel de máxima seguridad de la capital salvadoreña, un hecho que ha sido denunciado por el gobierno de Venezuela como una violación flagrante de los derechos humanos y un crimen de lesa humanidad.
Las denuncias de Venezuela se sustentan en varias normativas internacionales que El Salvador ha infringido con estas acciones. Entre ellas, la detención arbitraria, la tortura y la expulsión colectiva de migrantes, principios fundamentales del Derecho Internacional y los derechos humanos.