En un momento en que las enfermedades del corazón son una de las principales causas de muerte mundial, un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2025 de la American Heart Association ofrece esperanza para la prevención secundaria. Investigadores del Intermountain Medical Center de Utah, liderados por Heidi T. May, Ph.D., demostraron que la suplementación personalizada con vitamina D3, ajustada para mantener niveles sanguíneos óptimos de 40 a 80 ng/ml, reduce en un 52% el riesgo de un segundo infarto en personas con antecedentes cardíacos, señaló Venevisión.
El ensayo clínico aleatorizado TARGET-D incluyó a 630 adultos con síndrome coronario agudo, monitoreados en promedio durante 4.2 años. Los pacientes que recibieron dosis personalizadas de vitamina D3 mostraron una tasa de segundos infartos del 3.8%, frente al 7.9% en el grupo control con atención estándar. Cerca del 52% de los tratados necesitaron dosis superiores a 5.000 UI diarias, muy por encima de la recomendación estándar, bajo estricto control médico para evitar toxicidades.
Aunque la suplementación redujo infartos recurrentes, no demostró impacto en otros eventos cardiovasculares mayores como insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular. Los hallazgos son preliminares y no han sido revisados por pares; además, la población del estudio fue mayormente caucásica y limitada a pacientes con enfermedad cardíaca, por lo que se requieren ensayos más amplios y diversos para validar estos resultados.
Heidi T. May enfatiza la importancia de que los pacientes con enfermedades cardíacas consulten con profesionales de salud para un análisis personalizado de sus niveles de vitamina D, dado que la suplementación indiscriminada puede causar complicaciones graves como hipercalcemia o arritmias. Este estudio marca un avance relevante en la prevención secundaria de infarto, apuntando a la necesidad de tratamientos individualizados basados en evidencia científica sólida.

