En un esfuerzo decidido por frenar la propagación del virus H5N1, responsable del primer brote de gripe aviar en una granja comercial del país, las autoridades sanitarias de Río Grande do Sul instalaron barreras sanitarias en las siete carreteras que dan acceso al municipio de Montenegro.
Esta acción busca aislar la zona afectada y proteger tanto a las comunidades rurales como a la economía local, fuertemente dependiente de la producción avícola.
Brasil, reconocido como el mayor exportador mundial de pollo, enfrenta un desafío que pone en riesgo no sólo su prestigio internacional, sino también la estabilidad de cientos de pequeños productores y trabajadores rurales.
La suspensión de importaciones por parte de compradores clave como China y la Unión Europea evidencia la gravedad del brote y la necesidad urgente de medidas contundentes.
Las barreras sanitarias, establecidas por el Departamento de Vigilancia y Defensa Sanitaria Animal de la Secretaría de Agricultura de Río Grande do Sul, funcionan las 24 horas del día.
Estas instalaciones controlan y desinfectan vehículos que transportan animales vivos, además de automóviles particulares dentro de un radio de tres kilómetros alrededor de la granja afectada.
En un radio más amplio de diez kilómetros, se han instalado cuatro barreras adicionales para reforzar la contención.
Estas medidas buscan garantizar que el virus no se propague, protegiendo así la salud pública y la economía local. También se han inspeccionado 94 propiedades de subsistencia y una granja de cría en la zona, para asegurar que se cumplan las normas sanitarias y evitar nuevos focos de infección.
