El pasado jueves 19 de junio en Níger, cientos de mercenarios perpetraron un ataque sanguinario en la ciudad de Banibangou, ubicada en la región de Tillaberí, zona de triple frontera entre Níger, Mali y Burkina Faso. Además, es un espacio donde operan grupos Yihadistas vinculados Al Qaeda y a la organización Estado Islámico que amenazan a la población local.
informaron las autoridades en un comunicado emitido por la televisión estatal, que al menos 34 soldados murieron y otros 14 resultaron heridos en un ataque atribuido a grupos yihadistas que amenazan la paz en el oeste de Níger.
El ataque ocurrió alrededor de las nueve de la mañana del jueves, y tuvo como objetivo principal el cuartel del Ejército en la población de Banibangou, establecido en la comarca de Ouallam, los mercenarios andaban con 200 motocicletas y 8 automóviles, el hecho fue calificado por las autoridades de cobarde y bárbaro.
Medios occidentales que se comunicaron con pobladores de la zona, informaron que “los atacantes tomaron por casi dos horas el control del cuartel militar, que fue saqueado junto con otras instalaciones de la Guardia Nacional, para luego cometer otros actos vandálicos en la ciudad”.

Tras el ataque terrorista, las Fuerzas Armadas de Níger se movilizaron de inmediato para conseguir a los agresores, desplegaron equipos aéreos y terrestres en la operación. Según el comunicado oficial los atacantes sufrieron bajas y perdieron medios de transporte.
Los habitantes siguen conmocionados por la brutalidad del ataque y temen un posible regreso de los terroristas, sin embargo, el gobierno de Níger ha tranquilizado a la población y ha anunciado que “la fuerza de defensa y seguridad continuarán esta noble lucha por la soberanía”, al mismo tiempo ha presentado su condolencia a los familiares de los soldados fallecidos.

La seguridad en la región africana del Sahel, ha empeorado significativamente desde que llegaron grupos terroristas islamistas que desean apoderarse de sus recursos estratégicos, con una cifra récord de ataques a civiles y fuerzas gubernamentales.
Tras estas insurgencias desestabilizadoras, tres países del Sahel, Burkina Faso, Mali y Níger, han prometido reforzar su cooperación defensiva al conformar la Alianza de Estados del Sahel (AES).