La Misión Permanente de Venezuela ante la ONU elevó su voz de alerta ante la «escalada de acciones hostiles y amenazas» por parte del Gobierno de Estados Unidos, en medio del anuncio del despliegue de nuevos buques de guerra en el Caribe, incluyendo el crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino nuclear de ataque rápido USS Newport News.
En un comunicado oficial, Caracas señaló que estas embarcaciones, cuya llegada a aguas del Caribe se espera a principios de la próxima semana, representan una «grave amenaza a la paz y la seguridad» de la región.

«La presencia de un submarino nuclear, de carácter ofensivo, en la región de América Latina y el Caribe contradice el compromiso histórico de nuestras naciones y pueblos con el desarme y con la solución pacífica de controversias, y representa un claro acto de intimidación, contrario a la letra y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas», destacó el texto.
Venezuela recordó que América Latina y el Caribe han sido declaradas como Zona Libre de Armas Nucleares mediante el Tratado de Tlatelolco (1967), cuyo Protocolo II fue ratificado por EE.UU.
En este sentido, la Misión venezolana advirtió que «el ingreso de un submarino nuclear a la región, sin transparencia sobre su carga ni reglas de empleo, vulnera el objeto y propósito de dicho instrumento jurídicamente vinculante y erosiona la confianza colectiva en la vigencia del régimen de desnuclearización regional».
Ante esta situación, Caracas exigió el cese inmediato del despliegue militar estadounidense en el Caribe, incluyendo el submarino nuclear USS Newport News, y solicitó garantías claras de que EE.UU. no desplegará ni amenazará con usar armas nucleares en la región.

Asimismo, pidió al Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL) convocar consultas urgentes y llamó a los Estados Miembros de la ONU a respaldar el carácter desnuclearizado de la región y la Proclama de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como Zona de Paz.
Según reportó la agencia Reuters, el despliegue forma parte de una operación lanzada por el presidente Donald Trump, supuestamente destinada a enfrentar a los cárteles de drogas en América Latina. Esta operación ya había incluido la semana pasada noticias no confirmadas del envío de un escuadrón anfibio a las aguas del Caribe, compuesto por los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale, transportando a 4.500 efectivos, entre ellos 2.200 infantes de marina.
Ante la poca claridad en las acciones por parte de EE.UU y en respuesta a la escalada, el presidente venezolano Nicolás Maduro convocó al alistamiento de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional como medida de defensa ante lo que calificó de amenazas por parte del Gobierno estadounidense.