Las principales carreteras y autopistas de Grecia permanecen bloqueadas, por tercer día consecutivo, por más de 3.000 tractores de agricultores que reclaman los subsidios públicos cuyo pago se ha retrasado debido a un escándalo de corrupción con fondos de la Unión Europea (UE).
Los campesinos han reforzado durante la noche del lunes al martes los tres principales bloqueos de autovías en el centro y el norte de Grecia, donde ya se encuentran estacionados unos 3.000 tractores que bloquean el tráfico, informó la emisora pública ERT.
A las afueras de la ciudad de Karditsa, en el centro del país, unos 2.000 tractores, que forman una fila de más de 2,5 kilómetros, siguen bloqueando la autovía E65 que une a Atenas con Salónica, la segunda urbe de Grecia, en el norte del país.
Unos kilómetros más al noreste, a las afueras de la ciudad de Larisa, otros 1.000 tractores bloquean la denominada ‘carretera nacional Atenas-Salónica’, vía alternativa que une el norte y el sur de Grecia.
Mientras, campesinos de la región norteña de Kilkis bloquearon este martes con sus tractores el paso fronterizo de Evzones, en la frontera entre Grecia y Macedonia del Norte.
Además, agricultores de la región de Evros están preparando un bloqueo del paso fronterizo de Kipi, en la frontera entre Grecia y Bulgaria, informó este martes el portal News247.
Los campesinos mantienen así el pulso con el Gobierno del primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, que la víspera les advirtió de que «no permitirá que se obstruya el tránsito» y de que «la Policía cumplirá con su deber» de abrir las carreteras.
Los agricultores se ha manifestado decididos a seguir con sus bloqueos «incluso hasta la Navidad», mientras no vean cumplidas sus reivindicaciones.
De hecho, en los dos mayores bloqueos se han equipado con estufas de leña y carpas para pernoctar ahí, algunas de las cuales han sido decoradas simbólicamente con luces y hasta árboles navideños.
Los agricultores protestan contra el retraso del desembolso de una serie de subsidios estatales que son repartidos por la agencia estatal OPEKEPE, envuelta actualmente en un escándalo de malversación de cientos de millones de euros de fondos agrícolas de la UE.
El caso lleva meses causando problemas al Gobierno, con dos exministros de Agricultura llamados a declarar ante una comisión parlamentaria, aunque no hasta el momento han sido imputados por la Justicia porque su partido, Nueva Democracia, no ha apoyado que pierdan su condición de aforados.
Desde 2017 se calcula que se podrían haber desembolsado entre 200 y 230 millones de euros a personas que declaraban falsamente tener terrenos de explotación agrícola o zonas de pastoreo.
Esto habría reducido las ayudas a agricultores y ganaderos auténticos, además de provocar un retraso en el desembolso de los nuevos subsidios, ya que la Comisión Europea (CE) ha exigido a OPEKEPE que revise el sistema de reparto de fondos.
con información de EFE

