Alemania y Ucrania anunciaron el pasado miércoles 28 de mayo un acuerdo para que Berlín apoye la producción en Ucrania de armas de largo alcance, tras levantar las restricciones sobre el alcance de los misiles suministrados a Kiev. El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, detallaron la colaboración en una conferencia de prensa conjunta.
Merz afirmó con contundencia:
«No habrá restricciones para las armas de largo alcance, Ucrania se defenderá plenamente y atacará objetivos militares fuera del territorio ucraniano».
El Ministerio de Defensa alemán confirmó que financiará la producción de estos sistemas en Ucrania, y adelantó que «un número considerable de sistemas de armas de largo alcance» podría estar disponible para las Fuerzas Armadas ucranianas en pocas semanas.
Zelenski especificó que el acuerdo incluye la producción de drones:
«Hemos llegado a acuerdos sobre la producción de armas en Ucrania. Se trata de drones. Los drones ayudan eficazmente a proteger la vida de nuestros soldados. Los representantes de nuestros gobiernos han llegado a acuerdos y firmado contratos para iniciar, reforzar y desarrollar la producción conjunta».

En medio de estas declaraciones, persiste la incertidumbre sobre el suministro directo de misiles de crucero Taurus, de largo alcance (hasta 2.500 km), fabricados en Alemania. Zelenski reconoció la necesidad de esas armas:
«Armas de largo alcance que se fabrican en Alemania y otros países, por supuesto que necesitamos estas armas. Discutimos estas cuestiones».
Sin embargo, el anterior canciller Olaf Scholz se había mostrado reticente a entregar los Taurus, y el actual gobierno de Merz no tiene planes inmediatos para ello.
Por su parte, Rusia reaccionó con fuertes críticas. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió:
«Merz dijo en la rueda de prensa que tenía en mente desde el principio, precisamente, la financiación de la producción de misiles de cualquier alcance en Ucrania. Alemania está siendo directamente arrastrada a esta guerra».
Lavrov agregó:
«La implicación directa de Berlín en el conflicto en Ucrania ya es evidente. Alemania se desliza por el mismo plano inclinado en el que ya se ha movido hacia su colapso un par de veces en el siglo pasado», y expresó la esperanza de que los políticos alemanes «sigan sacando la conclusión correcta y pongan fin a la locura».
Este acuerdo se produce tras el anuncio conjunto de Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos de levantar las restricciones al alcance de las armas entregadas a Ucrania, lo que permite ataques en profundidad contra objetivos rusos, una medida calificada por Moscú como una «escalada grave».