Catorce de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU acusaron a Israel de ser responsable directo de la devastadora hambruna que asola Gaza, calificándola de una “crisis provocada por el hombre” y recordando que el uso del hambre como arma de guerra está prohibido por el derecho humanitario internacional.
En una declaración conjunta, los países exigieron un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, así como la liberación de todos los rehenes, un aumento sustancial de la ayuda humanitaria y que Israel levante de inmediato y sin condiciones todas las restricciones a la entrega de asistencia.
Los representantes fueron claros al advertir: “La hambruna en Gaza debe detenerse inmediatamente. El tiempo es esencial. La emergencia humanitaria debe abordarse sin demora e Israel debe cambiar de rumbo”, señalaron los 14 miembros.
Una emergencia humanitaria extrema

Según el sistema internacional de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), 514.000 palestinos —casi una cuarta parte de la población de Gaza— ya sufren hambruna, y la cifra podría elevarse a 641.000 hacia finales de septiembre. En Gaza capital y sus alrededores la hambruna ya es oficial, y se prevé que se expanda rápidamente.
La gravedad de la situación llevó a la ONU a remarcar que el hambre en la Franja no es producto de causas naturales, sino del bloqueo militar impuesto por Israel, que limita de forma drástica la entrada de alimentos, medicinas y suministros básicos.
El rol de Estados Unidos

El único país que se negó a suscribir la declaración fue Estados Unidos, cuyo embajador interino ante la ONU, Dorothy Shea, cuestionó el informe de la IPC alegando que “no pasa la prueba de credibilidad ni de integridad”.
Si bien reconoció que “el hambre es un problema real en Gaza y que existen necesidades humanitarias significativas que deben ser atendidas”, Washington volvió a blindar diplomáticamente a Israel en el Consejo de Seguridad, debilitando los intentos de la comunidad internacional de frenar la catástrofe.
EE.UU. ha vetado 34 de las 36 resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con Israel-Palestina, dejando solo dos vetos adjudicados a Rusia o China. Hasta diciembre de 2023, Estados Unidos había vetado resoluciones críticas de Israel más de 45 veces.
Desde 1945, el total de vetos estadounidenses en el Consejo de Seguridad asciende a 89, lo que significa que más de la mitad de sus vetos han sido en defensa de Israel. De ellos, 33 estuvieron relacionados con la ocupación israelí o el trato hacia los palestinos

Israel en la defensiva

El gobierno israelí rechazó los hallazgos de la IPC, alegando que se basan en “datos parciales” proporcionados por Hamás y que no reflejan los envíos recientes de alimentos. Sin embargo, múltiples agencias humanitarias sobre el terreno han documentado la imposibilidad de distribuir ayuda debido a las restricciones militares, los bombardeos continuos y el colapso de la infraestructura civil.
Un clamor global ignorado

La declaración de los 14 Estados miembros refleja el aislamiento creciente de Israel y su principal aliado, Estados Unidos, frente a una presión internacional cada vez más fuerte. Para gran parte del mundo, la situación en Gaza no solo constituye una tragedia humanitaria, sino también un crimen de guerra, pues la privación deliberada de alimentos a una población civil es una violación grave del derecho internacional.
La voz de la ONU es contundente: la comunidad internacional exige que cese la política de asfixia sobre Gaza y que se abra un corredor humanitario real y sostenido. Mientras tanto, el pueblo palestino sigue resistiendo bajo las ruinas, con la esperanza de que la justicia internacional no siga llegando demasiado tarde.