Expertos, diplomáticos y académicos advierten que la presencia de Estados Unidos en la región vulnera la unidad del Caribe y los principios de Caricom.
“Tenemos que reconocer que la primera ministra de Trinidad y Tobago ha roto con la tradicional Zona de Paz de la CARICOM al invitar y dar la bienvenida a Estados Unidos para que despliegue fuerzas militares en Trinidad. La poca unidad que pudiera quedar ya ha sido destrozada por Trinidad y Tobago” afirmó el diplomático jamaiquino y profesor, Curtis Ward.
Desde su toma de posesión en mayo la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad Bissessar, ha tomado una postura hostil hacia Venezuela y totalmente plegada a Estados Unidos. En agosto, luego de otras escaladas y ante el inicio del despliegue naval estadounidense en aguas inmediatas a la República Bolivariana, Persad Bissessar ofreció parte de su territorio nacional como base militar en caso de una supuesta invasión a Venezuela.
En septiembre, durante la 80 semana de alto nivel de Naciones Unidas, Persad Bissessar atacó a Venezuela y desestimó la declaración del Caribe como Zona de Paz, uno de los fundamentos regionales de la unidad caribeña. Por demás, afirmó estar agradecida por la presencia naval de Estados Unidos en aguas territoriales.
Es importante recordar que desde el 2 de septiembre, Estados Unidos ha conducido 6 ataques cinéticos contra embarcaciones pequeñas en el Caribe, dejando un saldo de 21 asesinados. Estas operaciones, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, se consideran ilegales en tanto violan los protocolos de intercepción y detención en alta mar, así como las disposiciones constitucionales estadounidenses. Por ello, se consideran similares a ejecuciones extrajudiciales.
“La administración Trump quiere un cambio de régimen en Venezuela. Tras haber fracasado durante su primer mandato, es posible que el presidente Trump esté ahora decidido a destituir a Maduro”, afirmó.
Divide y vencerás: fragmentar el Caribe
“Colombia está causando un gran revuelo al afirmar que el cuarto barco volado por las fuerzas militares estadounidenses es colombiano, y no venezolano. Estados Unidos ya tiene una importante disputa con el presidente colombiano, lo que da lugar a otras especulaciones” afirmó Ward.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció que la embarcación víctima del último ataque cinético estadounidense en realidad era colombiana y no venezolana, además, confirmó su rechazo a esta actividad en el Caribe.
Por otra parte, según informes recientes, Granada pondera una petición de Estados Unidos de establecerse militarmente en su territorio, a unos 160 kilómetros de Venezuela.
“Si este informe resulta ser cierto, podemos especular sobre las posibilidades y las posibles implicaciones para toda la región del Caribe y para la CARICOM”, afirmó Ward.
Sobre esta situación, el experto en seguridad regional David Heerah, explica que Granada tiene derecho a decidir sobre sí como estado soberano y promover sus intereses nacionales, “sin embargo, dichos acuerdos también deben sopesarse con la postura diplomática colectiva de la CARICOM y su compromiso de larga data con la neutralidad y la no alineación”.
Cuba, Barbados y San Vicente y las Granadinas han mantenido su postura de un caribe como Zona de Paz y han solicitado la retirada de las fuerzas estadounidenses de la región. Guyana y Trinidad y Tobago se han perfilado como aliados de las fuerzas norteamericanas, mientras desde otras naciones como Jamaica, no existe una postura clara en torno a dicha situación.
“Si se confirma, esto podría generar sensibilidad dentro de la CARICOM, donde los estados más pequeños han favorecido tradicionalmente un enfoque equilibrado en materia de política exterior”, afirmó.
Granada mantiene con Estados Unidos varios memorándums de entendimiento en materia de defensa, que pudiesen darle marco legal a la presencia de sus fuerzas en la isla. Por demás, es miembro del Sistema de Seguridad Regional, que comparte con el resto de naciones del Caribe Oriental, con base permanente en Barbados, unido a Canadá, China y Estados Unidos. En el otro extremo de la situación, la nación insular no solo es parte de Caricom, también del ALBA TCP y CELAC, en los que comparte membresía con Venezuela.

“Si bien se debe respetar el derecho soberano de Granada, cualquier medida de esta naturaleza requiere consulta regional, previsión estratégica y prudencia diplomática” afirmó y añadió “el futuro del Caribe depende de mantener una comunicación abierta, reafirmar los principios de no alineación y salvaguardar nuestra identidad como Zona de Paz”.
También el profesor Andy Knight, experto en relaciones internacionales de la Universidad de Alberta, advirtió contra la aceptación de la propuesta estadounidense por parte de Granada.
“Será un gran error que Granada acceda a esta petición. Si Granada acepta albergar activos militares extranjeros en su territorio, violará el principio regional colectivo que se acordó tras la última desastrosa invasión de Granada” afirmó.

Knight instó a las naciones caribeñas a reafirmar su compromiso con la paz y la independencia, reiterando que la verdadera seguridad de los pequeños Estados insulares del Caribe no proviene de las bases militares extranjeras ni de la diplomacia ilegal de las cañoneras, sino del buen gobierno, la justicia social, desarrollo sostenible y respeto por las normas internacionales.
“El Caribe debe permanecer unido y decir: nuestros mares no son campos de batalla; nuestras islas no son plataformas de lanzamiento. Somos una zona de paz y pretendemos seguir siéndolo” dijo.