En una acción que imita a las de la pasada semana, las Fuerzas de Defensa de Guyana (GDF) “visitan” las comunidades en la frontera con Venezuela en la región administrativa número 7 que además, está comprendida en el territorio en reclamación de la Guayana Esequiba.
“El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el brigadier Omar Khan, realizó recientemente una serie de visitas a las comunidades fronterizas de Guyana, incluyendo a Arau, ubicadas en la base de la majestuosa montaña Pakarampa en la Región 7” reza un comunicado emitido el domingo 18 de mayo. Otro comunicado, emitido el lunes 19 de mayo, afirma que el brigadier Khan también visitó Eteringbang en el río Cuyuní.
Visita con “segundas intenciones”
En el comunicado de las GDF también informa que “durante su estancia en Arau, el jefe entabló un diálogo significativo con Toshao Manuel Charlie, junto con otros líderes locales y ancianos, reafirmando el respeto del ejército por los custodios tradicionales de la tierra. Estos intercambios pusieron de relieve la importancia de la asociación, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida en la salvaguardia de la soberanía de Guyana.”
Esta nueva visita de las GDF a territorio fronterizo, ubicado en las hinterlands o tierras del interior, también se produce en el contexto de la Conferencia nacional de los Toshaos, un foro donde las comunidades nativas debaten sus problemáticas y establecen políticas. Uno de los temas fundamentales, es la demarcación de sus tierras y la invasión minera. Todo esto mientras el gobierno prioriza la entrega de licencias de explotación mineral mientras las tierras indígenas continúan sin titulación.
Segunda parte de un montaje
Estas son las mismas locaciones a donde se movilizaron tropas junto al Jefe de Estado Mayor de la Defensa hace menos de una semana, el 14 de mayo, para “pasar tiempo” con las comunidades según lo anunciaba el presidente de Guyana Irfaan Ali. Según las GDF, en estas locaciones las tropas fueron atacadas por hombres armados vestidos de civil desde el lado venezolano el pasado 15 de mayo. Para el viernes 16 de mayo, en conferencia de prensa, Khan confirmó tres supuestos ataques en sendos puntos del río Cuyuní.
«Las Fuerzas de Defensa de Guyana desean informar a la nación que en las últimas veinticuatro horas, hombres armados vestidos de civil en la orilla venezolana a lo largo del río Cuyuní, entre Eteringbang y Makapa, llevaron a cabo tres ataques separados contra tropas de las Fuerzas de Defensa de Guyana que estaban realizando patrullas fluviales» afirma el comunicado.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, emitió un comunicado siguiendo esta línea de amenazas y señala que «ha dejado constancia de su condena a estos ataques y ha solicitado que se lleve a cabo una investigación exhaustiva por parte del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y que los autores sean detenidos y llevados ante la justicia.”
Hasta el momento de publicación de este artículo y luego de 72 horas, las GDF no han presentado un reporte oficial ni evidencia tangible del ataque. No obstante, en este contexto, Khan amenazó con cárcel a los guyaneses que participaran en dichas elecciones y por el mismo motivo, amenazó con deportaciones a los ciudadanos venezolanos residentes en Guyana.
En febrero, Venezuela anunció que realizaría elecciones regionales y legislativas en sus 24 estados, por ende, también en la Guayana Esequiba, territorio sobre el que Venezuela mantiene derechos históricos e irrenunciables. En 1899, Venezuela, Reino Unido y la entonces Guyana Británica, firmaron el Laudo Arbitral de París, en el que bajo distorsiones legales se orquestó el despojo de la Guayana Esequiba a Venezuela.
Luego en 1966, las partes firmaron el Acuerdo de Ginebra, cuya rúbrica es una admisión de la naturaleza pérfida del Laudo arbitral de París. En el Acuerdo, se dejan sentadas las bases para la resolución pacífica y conjunta del incordio entre ambas naciones, con sustento en el artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas. La vigencia del acuerdo está ligada a la controversia, por tanto, mientras la disputa no se resuelva, se debe acudir a este mecanismo.
En 2018, justamente con el descubrimiento e inicio de explotación de una reserva de 11.7 billones de barriles de crudo en el Bloque Stabroek, situado en las aguas por delimitar, Guyana acudió unilateralmente ante la Corte Internacional de Justicia para que sirviera de árbitro en la disputa, a pesar de que hasta ese momento no reconocía jurisdicción ni autoridad de dicho organismo. Venezuela no admite autoridad de la Corte en tanto no permite la mediación de terceros en sus asuntos con otro estado.
Ambas naciones, luego de que Venezuela condujera su referéndum de 2023 y declarara la Guayana Esequiba como estado número 24, firmaron los Acuerdos de Argyle, prometiendo no escalar tensiones ni amenazas directas o indirectas en el territorio en disputa. Con estas acciones, Guyana viola lo acordado en Argyle al enviar tropas a la frontera con Venezuela y elevar denuncias sin evidencias.
Por su parte, Venezuela respondió a estas acusaciones y apuntó a que desde Guyana se construye una operación de falsa bandera. “Todos los registros, informes e indicios recabados por nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana demuestran con claridad que tal información no es más que parte de una nueva operación de falsa bandera, orquestada para victimizar al gobierno de Guyana y fabricar tensiones artificiales en la línea de facto,” indica el comunicado.