ExxonMobil impuso una factura por cerca de 2,3 billones de dólares por las actividades de exploración realizadas en el bloque Stabroek, en aguas por delimitar con Venezuela, mientras que el país ha acumulado menos de un billón de dólares en regalías desde que comenzó la producción en 2019.
En el periodo de 1999 a 2017, durante el periodo de exploración sísmica, Exxon reclamó 1,6 mil millones de dólares por este concepto, aún sin producir. Según los estados financieros de la compañía, entre 2020 y 2024 se acumularon otros 666,1 millones de dólares para actividades de exploración, con solo 100 millones de dólares correspondientes a la exploración del bloque en 2020.
Mientras, en 2021, la empresa afirmó que se gastaron 131,2 millones de dólares y otros 43,7 millones en 2022. Además, por recuperación de producción, Exxon impuso a Guyana 277,5 millones de dólares adicionales en 2023 y 113,7 millones en 2024.
La cifra total de gastos por concepto de recuperación de la producción es de 2.266.100.000 dólares por los trabajos de exploración realizados por Exxon.
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En el extremo contrario, hasta el 30 de junio de 2025, Guyana ha recibido menos de un billón de dólares estadounidenses por concepto de regalías, contando solo 955.781.444 dólares, según el informe del segundo trimestre del Fondo de Recursos Naturales (NRF), publicado por el Banco de Guyana.
Guyana y ExxonMobil: el “reparto” de la producción
El Acuerdo de Reparto de la Producción de 2016 (PSA) establece que ExxonMobil disfruta del 75% de las ganancias para la recuperación de gastos de la producción, más el 10,5% por ganancias netas. Por su parte, Guyana recibe solo el 12,5% en concepto de ganancias y 2% por regalías.
Estos costos de producción se equiparan a costos de exploración, es decir, Exxon cobra al gobierno de Guyana lo que invierta en explorar lo mismo un pozo productivo que uno inviable, antes del primer petróleo de dicho pozo. Esto está también contemplado en el PSA.
Son varios los detractores de este trato dentro y fuera de Guyana, por las facilidades que ofrece a ExxonMobil a expensas de Guyana. El propio ministro de recursos naturales de Guyana, Vicktram Bharrat, reconoció recientemente que el trato es ampliamente desventajoso para su nación.
Estos aspectos, al momento de firmar un PSA, son negociables. Un ejemplo de ello es Surinam, que ha impedido a las empresas petroleras recuperar los costes invertidos en la búsqueda de petróleo.
ExxonMobil: La estafa sostenida
ExxonMobil firmó este PSA con Guyana en 2016, bajo la administración de David A. Granger. Este contrato fue firmado a espaldas de Venezuela y con conocimiento de sus limitantes en tanto explota un recurso sin titulación en aguas por delimitar.
El PSA determina además que Exxon no paga impuestos al gobierno de Guyana, aunque recibe una constancia que presenta al gobierno estadounidense supuestamente para evitar la doble tasación. En septiembre, un grupo de senadores demócratas enviaron una carta a la directiva de Exxon a esclarecer sus pagos de impuestos, dada la sospecha de que usa los vacíos legales e incurre en una posible evasión fiscal.
Otros críticos han dicho que ExxonMobil no tiene plan para el desmantelamiento de pozos una vez que culmina el periodo de explotación y sus extensiones, por lo que los protocolos de sellado y protección ambiental no siempre se cumplen.
ExxonMobil tiene bajo licencia siete proyectos petroleros, cuatro de ellos ya en producción desde diciembre de 2019, todos bajo el mismo PSA. La actual administración del PPP/C, a cargo de Irfaan Ali, ha negado la posibilidad de renegociarlo aludiendo a la “santidad de los contratos”. Actualmente, Exxon Extrae más de 650.000 barriles de crudo diarios, con prospecto de 900.000 para diciembre. Para 2030, bajo estas mismas directrices, Exxon planea extraer 1,7 millones de barriles diarios.
Estas operaciones de ExxonMobil, en contubernio con el gobierno de Guyana, violentan la legalidad internacional al expoliar un recurso en aguas por delimitar de la Guayana Esequiba, que Venezuela reclama como propia. Esta región fue arrebatada a Venezuela en 1889 mediante el laudo Arbitral de París, en favor de Reino Unido y su entonces colonia, la Guyana Británica.

En 1966, Venezuela, Reino Unido y Guyana firmaron el Acuerdo de Ginebra, que reconoce la controversia y establece mecanismos para la solución pacífica y satisfactoria de la discordia. Estas acciones de Guyana desconocen el documento legal que firmó y conforman un robo a un recurso del patrimonio popular y natural venezolano.