El líder de la minoría en la asamblea de Tobago, Kelvon Morris, demanda respuestas de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar y al secretario jefe Farley Augustine por la actividad aérea militar inusual en Tobago.
“Esta situación es muy preocupante. El primer ministro y el secretario jefe deben ser sinceros y decirnos qué está pasando”, afirmó Morris.
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Morris afirmó que la falta de información es inaceptable y volvió a instar al primer ministro a que se dirigiera directamente al público para explicar las circunstancias que rodean la visita del C-17 esta mañana.
Evidencia de la actividad aérea inusual en Tobago
Residentes de la zona reportan que avistaron y escucharon un avión de transporte militar C-17A Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En redes sociales también hay muestras de estos avistamientos.
La web de rastreo aéreo Flightradar24 mostró que el avión fue seguido por más de 1400 usuarios luego de su despegue. Las capturas de pantalla también indican que su destino de llegada figuraba como “N/A”, es decir, No Anunciado.
Hasta el momento no existe ninguna declaración oficial por parte del Gobierno de Trinidad y Tobago ni de las autoridades estadounidenses acerca de la presencia de la aeronave en Tobago, sus motivos, operaciones o carga.

También existen reportes acerca de una construcción en curso en un extremo de la pista de aterrizaje en Crown Point, de la que no se conoce ni proyecto, ni contratistas, ni objetivo.
Tobago en el juego de poder
Estados Unidos, desde agosto, ha intensificado su presencia militar en el Caribe. En esa fecha, desplegó el Grupo Anfibio Listo al que se unió el Grupo de Tarea Conjunta del Comando Sur en octubre y el Grupo de Ataque Gerald Ford en noviembre.
Desde el inicio de estas operaciones, Trinidad y Tobago ha respaldado esta militarización del Caribe, desde el discurso político oficial y más recientemente, como puerto proxy para actividad contra Venezuela.

Según una investigación de The New York Times, Estados Unidos realizó sobrevuelos con drones MQ9-A Reapers sobre territorio de Trinidad, en ocasiones muy cerca del territorio de Venezuela. Estos no fueron informados por entidades gubernamentales trinitobaguenses.
En octubre, además, el destructor USS Gravely permaneció por cinco días en el puerto de Puerto España, donde supuestamente realizó labores de instrucción con las tropas de las Fuerzas de defensa de Trinidad y Tobago.
En noviembre, Trinidad y Tobago realizó ejercicios militares conjuntos con la 22 Unidad Expedicionaria de Marines de Estados Unidos, del 16 al 21.
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Este avistamiento de una aeronave militar estadounidense ocurre a menos de una semana de los sobrevuelos inusuales y desproporcionados sobre siete naciones del Caribe y América Latina el pasado jueves en la noche, poniendo en riesgo la seguridad de esas naciones. En esa fecha, Estados Unidos advirtió en contra de la realización de vuelos comerciales en el espacio aéreo de Venezuela.
También ocurre a menos de 24 horas de la visita del jefe de Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, general Dan Caine, visitó a la primera Ministra Kamla Persad Bissessar. La oposición política en el país reclama que se revelen los puntos que fueron discutidos en dicha reunión, así como posibles acuerdos en materia militar.
El C-17A Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, es un avión de transporte militar versátil con propiedades clave como su capacidad para operar desde pistas cortas, lanzar carga y tropas, y transportar una gran cantidad de personal y carga. Estados Unidos ha empleado este modelo en misiones en Afganistán, Sudán del Sur e Irak. Su presencia en la zona es parte de la campaña de terror y asedio contra Venezuela.

