Putin, elevó el tono del conflicto mostrando los límites de su paciencia al acusar al gobierno ucraniano de organizar atentados terroristas en territorio ruso y rechazar cualquier intento de negociar un alto el fuego.
Las declaraciones Vladimir Putin se produjeron tras una serie de ataques en las regiones de Briansk y Kursk, en los que murieron al menos siete personas y más de un centenar resultaron heridas, incluido un atentado contra un tren de pasajeros con 388 personas a bordo.
Putin calificó los hechos como un «ataque terrorista deliberado contra civiles» y acusó a Ucrania de utilizar estos actos como herramienta para entorpecer las negociaciones de paz.
En una reunión con miembros del Consejo de Seguridad ruso, transmitida por televisión, declaró: «¿Quién negocia con los que apuestan por el terror, con terroristas?»
El líder ruso sostiene que los crímenes están siendo «orquestados para camuflar las negociaciones, para interrumpirlas», y responsabilizó también a los aliados de Kiev, asegurando que «los patrocinadores de Kiev se están convirtiendo en cómplices del terrorismo.»
Estas declaraciones llegan en medio de un intento de reactivar las conversaciones de paz en Estambul, donde las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunieron sin llegar a acuerdos concretos.
Mientras Ucrania propuso un alto el fuego inmediato de al menos 30 días, bajo supervisión internacional, Rusia planteó condiciones de fondo para acabar con el conflicto con Kiev, como la desmilitarización total del país y el reconocimiento de las anexiones territoriales realizadas desde 2014.
Putin, desestimó la iniciativa ucraniana y reiteró que «el régimen de Kiev no necesita la paz; es más importante para ellos mantener el poder.»
Asimismo, el mandatario ruso afirmó que «las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania son enormes y las autoridades ucranianas intentan intimidar a Rusia», como parte de lo que describió como una estrategia para sostenerse en el poder a costa del conflicto.
A pesar de la escalada retórica y los ataques recientes, ambas partes acordaron un intercambio de 500 prisioneros de guerra y la devolución de cuerpos de soldados caídos.
No obstante, las posibilidades de una resolución pacífica siguen siendo lejanas ante la creciente tensión militar en el frente.
Ucrania pide a Rubio más sanciones contra Putin para forzar un alto el fuego

El jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, se reunió este miércoles en Washington con el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, con el objetivo de presionar por un cese al fuego y solicitar sanciones adicionales contra Rusia. Durante el encuentro, Yermak enfatizó la disposición de Ucrania para implementar un alto el fuego de inmediato, una propuesta que, según él, ha sido sistemáticamente rechazada por Moscú.
«He subrayado que Ucrania ha hecho todo lo posible para lograr la paz y está lista para un alto el fuego, pero Rusia lo rechaza», afirmó Yermak en un mensaje publicado en la plataforma X tras su reunión con Rubio. Ante esta situación, el funcionario ucraniano argumentó que «por eso son necesarias sanciones adicionales» para obligar a Rusia a aceptar la tregua.
Además de la cuestión del alto el fuego y las sanciones, Yermak aprovechó la ocasión para actualizar a Rubio sobre la crítica situación en el frente de batalla.
Asimismo, transmitió la «necesidad urgente de reforzar el apoyo a las defensas aéreas de Ucrania», subrayando la importancia de que EE. UU. continúe brindando asistencia vital para proteger el espacio aéreo ucraniano.
El Kremlin reacciona
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, afirmó que Ucrania ha rechazado una propuesta de tregua parcial de dos a tres días. Según Lavrov, esta negativa representa un «grave error por parte del régimen de Kiev».

La propuesta, presentada durante las negociaciones de paz ruso-ucranianas del lunes en Estambul, tenía como objetivo permitir la «recogida digna de los cuerpos de los caídos y posiblemente de los heridos que quedan» en las zonas grises del frente, tal como explicó el canciller ruso durante una reunión gubernamental presidida por Vladímir Putin y retransmitida por la televisión rusa.
«Creo que se trata simplemente de un grave error por parte del régimen de Kiev, me refiero a la categórica y burda negativa de Zelenski a aceptar esta propuesta», declaró Lavrov.
Hasta el momento, Kiev no ha emitido comentarios sobre esta afirmación. Ucrania solicitó previamente un alto el fuego incondicional de 30 días, lo que contrasta con la propuesta rusa de una tregua más breve y con un propósito específico.