El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos violó el histórico Tratado de Tlatelolco (1967) al desplegar un submarino nuclear, destructores, otras embarcaciones y miles de marines en aguas cercanas al Caribe.
En una declaración desde el Palacio de Miraflores, el mandatario calificó este montaje como una «amenaza inédita para la región» y aseguró que no aceptará «el supremacismo de nadie», al tiempo que anunciaba una respuesta masiva con millones de milicianos movilizados en defensa del territorio nacional.
Maduro señaló que el ingreso del submarino de ataque rápido USS Newport News, junto con otros buques, constituye una violación directa del tratado que establece a toda Latinoamérica y el Caribe como zona libre de armas nucleares, dificultando el compromiso histórico con el desarme regional.
“No aceptamos el supremacismo de nadie”, afirmó el presidente, advirtiendo que se trata de una estrategia de intimidación inaceptable.
¿Qué es el tratado de Tlatelolco?: fundamentos y alcance

El Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, conocido como Tratado de Tlatelolco, fue firmado el 14 de febrero de 1967 en Ciudad de México, y entró en vigor el 25 de abril de 1969.
Su firma fue impulsada por el presidente mexicano Adolfo López Mateos y el diplomático Alfonso García Robles, quien luego recibió el Nobel de la Paz en 1982 por su labor.
El tratado fue pionero al instaurar una zona libre de armas nucleares en un área densamente poblada, desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego.
Prohíbe la producción, posesión, prueba, despliegue o almacenamiento de armas nucleares en el territorio de los Estados partes.
Además, los países firmantes se obligaron a utilizar la energía nuclear únicamente con fines pacíficos y establecieron mecanismos de verificación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el organismo regional OPANAL.
Este tratado no solo detuvo la proliferación nuclear en la región, sino que también sirvió como modelo internacional para zonas desnuclearizadas, destacándose por su riguroso control y su vigencia más allá de medio siglo.
Pormenores del acuerdo y relevancia regional

El Tratado de Tlatelolco fue la respuesta latinoamericana a las tensiones de la Guerra Fría y la crisis de los misiles en Cuba (1962). Su concreción implicó negociaciones diplomáticas regionales e internacionales que culminaron en la creación de la COPREDAL para redactar el texto, y fue ratificado por los países de la zona junto a protocolos adicionales que incluyen compromisos de potencias nucleares para no socavar la desnuclearización.
Su relevancia es múltiple:
- Paz y seguridad regional: al excluir armas nucleares, reduce los riesgos de escaladas armamentistas y conflictos de alto poder destructivo.
- Cooperación multilateral: promueve el uso civil de la energía nuclear con salvaguardias y mecanismos de control.
- Ejemplo internacional: inspiró la creación de otras zonas desnuclearizadas, como el Tratado de Rarotonga en el Pacífico Sur.
Implicaciones actuales: militarización, geopolítica y narcotráfico

La actual escalada se produce en medio de un despliegue militar sin precedentes por parte de EE.UU. en el Caribe: redespliegue de destructores Aegis, submarinos, aviones, lanzamisiles y más de 4.000 marines, atribuible al mandato del presidente Trump para supuestamente combatir los cárteles de droga, considerados amenazas terroristas.
La administración Trump justifica la operación dentro de una campaña antinarcóticos, catalogando organizaciones algunas de ellas inexistentes como el llamado “Cartel de los Soles” o “El Tren de Aragua” como terroristas, lo que abona el uso de medios militares.
Sin embargo, analistas interpretan que el despliegue «parece ir más allá de una operación rutinaria antinarcóticos» y funciona como una movida geopolítica de presión: una demostración de poder destinada a enviar un claro mensaje al gobierno venezolano y sus aliados progresistas en la región.
Caracas y muchos países de Latinoamérica, lo ven como una agresión directa a la soberanía y un posible preludio a medidas más agresivas
El Tratado de Tlatelolco fue un pacto histórico que consolidó América Latina como una región libre de armas nucleares, con claros beneficios para la seguridad colectiva y el prestigio diplomático. La denuncia de Nicolás Maduro —que acusa a EE.UU. de violarlo mediante la militarización del Caribe— ha revitalizado ese legado normativo frente a los vientos de confrontación.
Mientras EE.UU. presenta su acción como una respuesta al crimen transnacional, Venezuela y parte del mundo latinoamericano lo denuncian como un ejercicio de intimidación y realpolitik. En este choque, el Tratado de Tlatelolco reaparece como un símbolo de autosuficiencia regional y norma internacional frente a transformaciones geoestratégicas adversas.