El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó este martes una dura advertencia durante su intervención en el V Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV): si Estados Unidos llegara a atacar a su país, toda América Latina “se uniría en una sola voz de resistencia popular y prolongada”.
“Que si Venezuela fuera tocada, ¿qué creen ellos? ¿Que el pueblo se va a dejar humillar? Si Venezuela fuera tocada, sería una sola voz de un pueblo unido, toda América Latina y el Caribe, todos los latinoamericanos y caribeños en una sola voz de resistencia popular y prolongada”, declaró el mandatario.
El líder venezolano subrayó que hay “millones imbuidos en la idea de la libertad antintervencionista” no solo en Venezuela, sino también en países como Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Panamá, México, Cuba y Nicaragua. En su discurso, insistió en que existe una conciencia continental dispuesta a resistir ante lo que calificó como “una agresión imperialista”.
Maduro criticó duramente las políticas de Washington, asegurando que “hoy en el imperialismo no hay mentes sensatas ni razonables”. Según dijo, Estados Unidos estaría promoviendo una “guerra cognitiva” contra su Gobierno mediante campañas mediáticas y psicológicas. “Uno se pone a leer los artículos que ellos lanzan todos los días, una guerra cognitiva”, denunció.
El mandatario también hizo un llamado a reforzar la defensa nacional: “Todavía falta mucho por hacer para garantizar una patria de paz, intocable en su dignidad e integridad territorial y en su derecho a construir su propio futuro.”
Maduro resiste en medio de tensiones

Las declaraciones del presidente Maduro se producen en medio de una escalada de tensiones con Washington. Desde agosto, Estados Unidos ha desplegado buques de guerra, un submarino y aviones de combate frente a las costas venezolanas, alegando que su objetivo es combatir el narcotráfico. Sin embargo, Caracas considera estas operaciones una agresión militar encubierta.
A raíz de esos movimientos, el presidente Donald Trump reconoció en octubre haber autorizado a la CIA a realizar operaciones encubiertas dentro del territorio venezolano. “¿Alguien puede creer que la CIA no ha operado en Venezuela durante 60 años?”, respondió Maduro, acusando a EE.UU. de mantener una política de conspiración permanente contra su país.

El Gobierno estadounidense también ha duplicado la recompensa por información que lleve al arresto del mandatario venezolano, al que acusa —sin pruebas— de dirigir un supuesto cártel del narcotráfico. En contraste, Rusia ha expresado su apoyo a Caracas: el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, calificó los despliegues de EE.UU. en el Caribe como “una campaña descarada de presión política, militar y psicológica contra un Estado soberano”.
Maduro concluyó su intervención asegurando que su país “no será humillado jamás” y que el pueblo venezolano defenderá con todas las formas de lucha su derecho a la independencia.
“Si me atacan a mí, es por algo. No temen a un hombre, temen a un pueblo de pie en batalla.”
Con el clima regional marcado por las tensiones militares, el discurso del presidente venezolano reaviva la retórica antiimperialista y consolida apoyos dentro y fuera del país frente a un posible escenario de conflicto.

