El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, anunciaron este martes el inicio de una “nueva edad dorada” en las relaciones bilaterales entre ambos países, marcada por la firma de un acuerdo estratégico de cooperación económica, tecnológica y de seguridad.
El pacto, suscrito en Tokio durante la gira asiática del mandatario estadounidense, busca fortalecer la seguridad económica de ambas potencias, promover el crecimiento conjunto y reducir la dependencia de China en sectores clave, como el de los minerales críticos y las tecnologías avanzadas.
“La alianza entre Estados Unidos y Japón es más fuerte que nunca”, declaró Trump durante una rueda de prensa conjunta. “Japón es un aliado en el nivel más fuerte, y la primera ministra Takaichi es, sin duda, una de las más grandes líderes que ha tenido este país”, añadió.
Takaichi describe la relación cn Trump y EE.UU como «La alianza más grande del mundo»
Por su parte, Sanae Takaichi, quien asumió el cargo la semana pasada como la primera mujer en liderar Japón, describió la relación de seguridad entre ambas naciones como “la alianza más grande del mundo”. La mandataria destacó que el nuevo marco de cooperación “no solo reforzará la estabilidad regional, sino que servirá como pilar para la prosperidad global en un contexto de tensiones crecientes”.

El acuerdo incluye un plan de acción conjunto para el desarrollo y procesamiento de minerales esenciales para la fabricación de baterías, semiconductores y tecnologías limpias. La Casa Blanca subrayó que este marco permitirá a ambos países “impulsar proyectos conjuntos necesarios para apoyar las industrias nacionales, incluidas las tecnologías avanzadas y sus respectivas bases industriales”.

Durante el encuentro, Trump sorprendió a los medios con una promesa inusual dirigida a la líder japonesa:
“Siempre he sentido un gran amor y respeto por Japón. En nombre de nuestro país, solo quiero que sepa que, en cualquier momento, si tiene alguna pregunta, alguna duda, cualquier cosa que desee o cualquier favor que necesite, ahí estaremos. ¡Somos un aliado al más alto nivel!”, expresó el presidente.
Analistas interpretan esta nueva etapa como un movimiento geopolítico clave de Washington para presionar a Beijing antes de la próxima reunión entre Trump y el presidente chino Xi Jinping, programada en Corea del Sur.
La “edad dorada” proclamada por ambos mandatarios parece consolidar una alianza que va más allá de la cooperación militar, abarcando innovación, inversión y resiliencia tecnológica, en un contexto global de competencia estratégica entre las potencias del Pacífico.

