El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a dejar abierta la posibilidad de conversar con Nicolás Maduro, insistiendo en que “podría hablar con él” porque su administración está “discutiendo eso con los diferentes equipos”.
No es la primera vez que el mandatario sugiere un acercamiento directo con el presidente Maduro, incluso mientras sostiene acusaciones sin sustento contra el gobierno venezolano y mantiene una política de presión militar y judicial en ascenso.
Trump afirmó que una eventual conversación buscaría “salvar vidas”, aunque no descartó actuar “por las malas” para cumplir objetivos que se negó a revelar. La ambigüedad, habitual en su discurso sobre Venezuela, contrasta con el despliegue sostenido de fuerzas estadounidenses frente a las costas del país y con la reciente intensificación de operativos letales bajo la operación Lanza del Sur.
Maduro, por su parte, reiteró recientemente que está dispuesto a un diálogo directo con Trump, siempre que se respete la soberanía venezolana y se descarte cualquier intervención.

