Un ataque trajo como consecuencia el asesinato de dos funcionarios de la embajada de Israel en Washington, D.C., lo que reavivó las tensiones políticas y diplomáticas de los involucrados en la guerra de ocupación de Gaza.
Las víctimas, Yaron Lischinsky, un joven diplomático germano-israelí, y Sarah Lynn Milgrim, estadounidense encargada de relaciones públicas, fueron abatidos a tiros el martes por la noche a la salida de un evento frente al Museo Judío de la capital estadounidense.
¿Quién es Elías?
El agresor, identificado como Elías Rodríguez, de 30 años y residente de Chicago, fue detenido en el lugar por el personal de seguridad del museo tras ingresar brevemente al edificio. Durante su aprehensión, gritó: “¡Palestina libre, Palestina libre!”, una consigna que refuerza la hipótesis de una motivación política ligada al conflicto en Gaza.
El perfil del atacante: activismo, redes sociales y discurso político
Rodríguez no tenía antecedentes policiales, pero según fuentes oficiales y medios internacionales, era un activista profesor de inglés con historial de participación en movimientos contra el racismo y la desigualdad económica.
En 2017, declaró a la revista Liberation:
“La riqueza que Amazon trajo a Seattle no fue compartida con sus residentes negros. Es estructuralmente racista y un peligro directo para todos los trabajadores. […] ¿Queremos un país dominado por corporaciones donde solo los ricos y blancos puedan vivir?”
Licenciado en inglés por la Universidad de Illinois, había trabajado como investigador de historia oral en The History Makers y más recientemente como especialista en administración de perfiles en la Asociación Americana de Información Osteopática.
Según The Jerusalem Post, horas antes del ataque publicó en redes sociales un “juramento contra el genocidio”, lo cual podría ser una señal clara de su radicalización política. Además, fue vinculado por usuarios de redes al Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), una organización marxista de izquierda activa en causas propalestinas en EE.UU.
La jefa de policía de Washington, Pamela Smith, indicó que Rodríguez fue visto deambulando frente al museo momentos antes del ataque.
“Después del tiroteo, el sospechoso entró en el museo y fue detenido por el personal de seguridad del evento. Una vez esposado, identificó el lugar donde se deshizo del arma, que fue recuperada, y dio a entender que había cometido el delito”, explicó Smith.
Por su parte, el subdirector del FBI, Dan Bongino, declaró que “Los primeros indicios son que esto es un acto de violencia dirigida. Nuestro equipo del FBI está plenamente comprometido y le brindaremos respuestas lo antes posible”.
La pareja asesinada tenía planes de comprometerse en Jerusalén la próxima semana. Según informó el embajador de Israel en EE.UU., Yechiel Leiter.
Ambos funcionarios eran conocidos en los círculos diplomáticos por su activismo cultural y su labor en mejorar las relaciones bilaterales entre Israel y Estados Unidos.
La comunidad judía internacional, gobiernos aliados y organizaciones de derechos humanos han condenado el atentado, mientras que se refuerzan las medidas de seguridad en misiones diplomáticas israelíes en todo el mundo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su indignación ante lo que describió como un «horroroso asesinato antisemita». Afirmó: «Mi corazón está adolorido por las familias de los jóvenes enamorados, cuyas vidas fueron segadas en un momento por un asesino antisemita aborrecible». Netanyahu también anunció un refuerzo de la seguridad en todas las misiones diplomáticas israelíes alrededor del mundo.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, atribuyó el ataque a una «incitación antisemita tóxica» promovida por líderes europeos que, según él, han contribuido a crear un ambiente hostil hacia Israel y los judíos desde los ataques del 7 de octubre de 2023.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, declaró: «El tiroteo fatal ocurrido en las afueras del evento, celebrado en el Museo Judío de Washington, DC, es un acto depravado de terrorismo antisemita. Dañar a la comunidad judía es cruzar una línea roja».
